LO QUE NO CUENTAN LOS LIBROS.
Os
suena Federico García Lorca, Azorín, Pio Baroja,Vicente Aleixandre,
Luis Cernuda, Rafael Alberti, entre tantos...
Claro
que sí, la generación del 98 y del 27. Una generación nacida
en la pre y pos guerra civil española que se caracteriza por lo
siguiente.
Generación del 27.
1... Intentan la renovación estética de nuestra poesía. Para ello, toman las innovaciones que aportan las vanguardias, aunque sin olvidar la importancia de la tradición literaria española.
2... En sus poemas, cuidan y renuevan la forma a través de la utilización de léxico culto, palabras coloquiales, términos alejados hasta entonces de la poesía, etc.
3... La metáfora se convierte en el recurso literario más importante. Se trata de una figura muy adecuada para expresar los contenidos surrealistas.
4... En cuanto a la métrica, utilizaron estrofas clásicas como el soneto, el romance o el villancico, pero también innovaron con la utilización de versos blancos, versos libres y versículos. En cualquier caso, la libertad métrica es uno de los rasgos característicos de este grupo.
5... Evolucionan desde el punto de vista temático. Al principio la preocupación principal era la forma del poema, el arte por el arte, pero poco a poco (bajo la influencia del Surrealismo) los autores del 27 desarrollan una poesía humanizada, más preocupada por el dolor, la alegría o los recuerdos.
Generación
del 98.
1...Distinguieron
entre una España real miserable y otra España oficial falsa y
aparente. Su preocupación por la identidad de lo español está en
el origen del llamado debate sobre el Ser de España.
2...Sienten
un gran interés y amor por los pueblos abandonados y polvorientos;
revalorizan su paisaje y sus tradiciones, estudiando los mitos
literarios españoles y el Romancero.
3.... Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios, creando nuevas formas en todos ellos. En la narrativa, la nivola unamuniana, la novela impresionista y lírica de Azorín, que experimenta con el espacio y el tiempo y hace vivir al mismo personaje en varias épocas; la novela abierta y disgregada de Baroja, influida por el folletín, o la novela casi teatral y cinematográfica de Valle-Inclán. En el teatro, el esperpento y el expresionismo de Valle-Inclán o los dramas filosóficos de Unamuno.
4... Rechazan la estética del Realismo y su estilo de frase amplia, de elaboración retórica y detallista, prefiriendo un lenguaje más cercano a la lengua de la calle, de sintaxis más corta y carácter impresionista; recuperaron las palabras tradicionales y castizas campesinas.
5... Intentaron aclimatar en España las corrientes filosóficas del Irracionalismo europeo, en particular de Nietzsche (Azorín, Maeztu, Baroja, Unamuno), Schopenhauer (especialmente en Baroja), y Henri Bergson (Antonio Machado).
3.... Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios, creando nuevas formas en todos ellos. En la narrativa, la nivola unamuniana, la novela impresionista y lírica de Azorín, que experimenta con el espacio y el tiempo y hace vivir al mismo personaje en varias épocas; la novela abierta y disgregada de Baroja, influida por el folletín, o la novela casi teatral y cinematográfica de Valle-Inclán. En el teatro, el esperpento y el expresionismo de Valle-Inclán o los dramas filosóficos de Unamuno.
4... Rechazan la estética del Realismo y su estilo de frase amplia, de elaboración retórica y detallista, prefiriendo un lenguaje más cercano a la lengua de la calle, de sintaxis más corta y carácter impresionista; recuperaron las palabras tradicionales y castizas campesinas.
5... Intentaron aclimatar en España las corrientes filosóficas del Irracionalismo europeo, en particular de Nietzsche (Azorín, Maeztu, Baroja, Unamuno), Schopenhauer (especialmente en Baroja), y Henri Bergson (Antonio Machado).
Pero... y qué pasó con las mujeres, o acaso no hubo. En la sombra de estos grandes poetas, Ocultas en los pliegues de la posguerra, las voces de las poetas Ángela Figuera y Celia Viñas afloran desde su silencio en El linaje de Eva. Las tres construyen sus voces bajo las ruinas de la posguerra y de una u otra manera quedan ahogadas, en este tiempo de cenizas y épica mediocre, invisibles, como tantas mujeres de su época, entre las poetas de la preguerra civil (Rosa Chacel, en su etapa vanguardista y ramoniana; Concha Méndez o Ernestina Champurcín) y las de la década de los sesenta y años posteriores, como Clara Janés, María Victoria Atencia o Cristina Rosetti. Ángela Figuera irrumpe en 1948 con Mujer de barro, un canto a la plenitud personal y al goce carnal en pleno franquismo. Dalí no habla casi nada de Maruja Mallo, Juan Ramón Jiménez no menciona a Marga Gil-Roësset, Buñuel no se refiere a niguna, ni siquiera a Concha Méndez que fue su novia siete años. Ellas solo eran eso... mujeres. He elegido a Concha Méndez entre todas, Concha Méndez nació el 27 de julio de 1898 en España y falleció en México en diciembre de 1986. Es una de las voces femeninas más importantes de la llamada Generación del 27 y además, una mujer con las ideas claras y muchos deseos de vivir libremente. Siendo joven se marchó de su casa paterna rumbo a la aventura: estuvo en Londres, Montevideo y Buenos Aires y se dedicó de lleno a cultivar la poesía. En su obra se nota una gran influencia de sus amistades de entonces, Luis Cernuda, Rafael Alberti y Federico García Lorca, y fue a través de esas relaciones que se atrevió a publicar su primera obra, "Inquietudes", y más tarde "Canciones de mar y tierra". Estuvo casada con el poeta malagueño Manuel Altolaguirre con quien creó la editorial La Verónica, que publicó la revista Héroe, en la que colaboraron importantes intelectuales de esa época, tales como Miguel de Unamuno y Juan Ramón Jiménez. Con el estallido de la Guerra Civil debió exiliarse, pero no dejó de participar de la poesía de su tierra. El estilo poético de Méndez es directo y sincero, rozando lo intimista, y si bien pueden distinguirse en él varias etapas, podemos decir que se trata de una obra con una fuerza y un carácter pocas veces visto y mucho menos en mujeres, siempre sometidas a una gran represión....
VEN A MI QUE ME HAS HERIDO
Ven a mí
que vas herido
que
en este lecho de sueños
podrás
descansar conmigo.
Ven,
que ya es la media noche
y
no hay reloj del olvido
que
sus campanadas vierta
en
mi pecho dolorido.
Quisiera
tener varias sonrisas
Quisiera
tener varias sonrisas de recambio
y un vasto repertorio de modos de expresarme.
O bien con la palabra, o bien con la manera,
buscar el hábil gesto que pudiera escudarme…
y un vasto repertorio de modos de expresarme.
O bien con la palabra, o bien con la manera,
buscar el hábil gesto que pudiera escudarme…
Y
al igual que en el gesto buscar en la mentira
diferentes disfraces, bien vestir el engaño;
y poder, sin conciencia, ir haciendo a las gentes,
con sutil maniobra, la caricia del daño.
diferentes disfraces, bien vestir el engaño;
y poder, sin conciencia, ir haciendo a las gentes,
con sutil maniobra, la caricia del daño.
Yo
quisiera ¡y no puedo! ser como son los otros,
los que pueblan el mundo y se llaman humanos:
siempre el beso en el labio, ocultando los hechos
y al final… el lavarse tan tranquilos las manos.
los que pueblan el mundo y se llaman humanos:
siempre el beso en el labio, ocultando los hechos
y al final… el lavarse tan tranquilos las manos.
Medianoche
Medianoche.
Canción negra.
¡Y canta mi única estrella!...
Canción negra.
¡Y canta mi única estrella!...
¡Que
rompan ese reloj
y quede a solas con ella!
y quede a solas con ella!
He seleccionado estos tres poemas, entre tantos de Concha Méndez. El símbolo femenino siempre ha tenido problema en esta sociedad para ser considerado en tantas órdenes de la sociedad. Recuerdan cuando los Estados Unidos se independizó , la mujer seguía sin tener derecho a voto hasta el siglo XX, entre muchos otros casos más. Poco a poco hemos abierto paso, tomado autoridad y siendo cada vez más independientes....
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